Mariela Baladrón
mbaladron@sociales.uba.ar
Doctoranda
en Ciencias Sociales (UBA), Magíster en Industrias Culturales (UNQ) y
Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA). Docente e investigadora de la
Facultad de Ciencias Sociales (UBA), en el Instituto de Estudios de América
Latina y el Caribe (IEALC) y el Observatorio Comunicación y Derechos (DERCOM).
Argentina.
Ana Bizberge
anabizberge@gmail.com
Doctora
en Ciencias Sociales (FSOC-UBA), Magíster en Industrias Culturales (UNQ) y
Licenciada en Ciencias de la Comunicación (FSOC-UBA). Becaria post-doctoral de
CONICET. Docente en la Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de San
Martín y Universidad Torcuato Di Tella. Argentina.
Fecha de Recepción: 26/07/21 - Fecha de aprobación:
17/08/21
Resumen
Este
artículo analiza la producción de contenidos originales para plataformas
audiovisuales en la Argentina a partir de cinco casos de estudio, desde la
perspectiva de la Economía Política de la Comunicación y la Cultura (EPCC). El
objetivo fue dimensionar su incidencia económica en la industria audiovisual,
en la creación de puestos de trabajo directo e indirecto, así como analizar los
aspectos impositivos.
Para
el trabajo se realizaron cinco entrevistas con las productoras de cine y TV más
importantes del país y se analizaron los presupuestos de tres producciones
originales para plataformas en el período 2019-2020.
Entre
los principales hallazgos del trabajo se destaca que las producciones
realizadas para plataformas representan el 1,71% del VAB audiovisual. En 2019,
AFIP recaudó AR$ 22,6 millones en este concepto, pero las grandes plataformas
globales que operan en el país no aportan a este fondo.
Al estudiar los presupuestos de
las producciones para plataformas se identificó que el rubro de impuestos
representa en promedio el 20,86% en el total de los presupuestos. El impuesto
de mayor participación es el IVA (9,04%). El análisis arrojó además que, en
promedio, el empleo directo en las producciones para plataformas representa el
42,81% del presupuesto total, que asciende al 50,79% al sumar el empleo
indirecto.
Este
artículo brinda datos para analizar un fenómeno emergente, la producción
audiovisual para plataformas, con el objetivo de generar conocimiento sobre
esta tendencia global y el rol del Estado y las políticas públicas para
promover la diversidad cultural.
Palabras claves: producción de contenidos,
plataformas de streaming, servicios audiovisuales,
Argentina
This article
analyzes the production of original content for audiovisual platforms in
Argentina based on five case studies, from the perspective of the Political
Economy of Communication and Culture (PECC). The goal was to measure its
economic impact on the audiovisual industry, in the creation of direct and
indirect jobs, as well as to analyze the tax aspects.
For this paper,
five interviews were conducted with the most important film and TV production
companies in the country and were analyzed the budgets of three original
productions for platforms in the 2019-2020 period.
Among the main findings of the article, it
stands out that the productions made for platforms represent 1.71% of the
audiovisual GVA. In 2019, AFIP raised AR $ 22.6 million in this concept, but
the large global platforms that operate in the country do not contribute to
this fund.
Studying the
budgets of the productions for platforms, it was identified that the tax item
represents on average 20.86% of the total budgets. The tax with the highest
participation is VAT (9.04%). The analysis also showed that, on average, direct
employment in platform productions represents 42.81% of the total budget, which
reaches to 50.79% when indirect employment is added.
This article
provides data to analyze an emerging phenomenon, the audiovisual production for
platforms, with the aim of producing knowledge about this global trend and the
role of the State and the public policies to promote cultural diversity.
Key words: content production, streaming platforms, audiovisual services,
Argentina
Este artículo analiza la producción de contenidos
originales para proveedores de servicios audiovisuales en Internet realizados
en la Argentina a partir de cinco casos de estudio. El objetivo es dimensionar
su incidencia en el conjunto de la industria audiovisual local respecto de la
generación de ingresos, la creación de puestos de trabajo directo e indirecto y
aspectos impositivos.
La decisión de analizar producciones
“originales”, diferenciadas de otros servicios de producción para plataformas,
se debe a que permite dar cuenta de su contribución para el sector audiovisual
en su conjunto, tanto en términos económicos como simbólicos. Es decir, el
valor de contar historias de nuestra cultura, así como entender a las
plataformas como ventana para mostrar la calidad y capacidad de producción del
país. De todas formas, cabe mencionar que las plataformas extranjeras suelen
negociar los derechos de autor de este tipo de obras a perpetuidad, lo cual
presenta mayores limitaciones respecto de otras ventanas de exhibición en
cuanto a la explotación económica de las mismas.
Este estudio es de carácter cualitativo y recurre
a diversas fuentes primarias y secundarias, a partir del análisis de cinco
casos de producciones argentinas realizadas para servicios de streaming de video bajo demanda en la modalidad paga.
El artículo se organiza en ocho apartados. Luego
de la introducción, en el primer apartado se detalla la metodología utilizada
para esta investigación, mientras que en la segunda sección se ofrece el marco
teórico. A continuación se presenta un panorama del mercado y situación
regulatoria sobre los proveedores de servicios audiovisuales en Internet en la
Argentina.
A partir de la información relevada sobre las de
producciones argentinas para plataformas, en el cuarto apartado se analizaron
los datos cuantitativos y su relación con el Valor Bruto Cultural del sector
audiovisual.
En la quinta sección se analiza la importación de
servicios digitales y el lugar que ocupa el streaming
de video dentro del sector. Estos datos se complementan con el crecimiento de
los contenidos digitales dentro del Valor Bruto Cultural a partir de la
información estadística que elabora el Sistema de Información Cultural de la
Argentina (SINCA) del Ministerio de Cultura de la Nación, lo que permite
relacionar y dimensionar este tipo de consumo audiovisual en el país, tanto de
origen local como extranjero.
En la sección 6 se analizaron los datos
cuantitativos correspondientes a los casos de producciones argentinas para
plataformas de streaming de video de pago y los
impuestos por los que son alcanzadas. Esta información cuantitativa fue
complementada por datos cualitativos producidos a través de entrevistas con
informantes clave.
En el apartado 7 se analiza el empleo directo e
indirecto generado a partir de los casos de producciones argentinas para
plataformas relevados y su vinculación con los puestos de trabajo registrado en
el sector audiovisual en su conjunto, a partir de la información producida por
el SINCA.
Por último, se sistematizan los principales
hallazgos y conclusiones de esta investigación, con el objetivo de aportar
datos para observar el fenómeno de la producción local de series originales
para plataformas de video a demanda extranjeras, que incluyen sus aportes
económicos y simbólicos, como también las limitaciones y obstáculos que
presenta.
Esta investigación planteó un estudio cualitativo
y analítico sobre el estado de situación de la producción audiovisual para
plataformas en Argentina y la dimensión que representan dentro del sector
audiovisual en el país, a partir del análisis de cinco casos de producciones
argentinas realizadas para servicios de streaming de
video bajo demanda en la modalidad paga.
Para el análisis se combinaron técnicas
cualitativas y cuantitativas y se recurrió a la triangulación de fuentes
primarias y secundarias de información.
Respecto de las primeras, se realizaron cinco
entrevistas con representantes de
algunas de las productoras de cine y TV más importantes del país, así como se
analizaron los presupuestos de tres producciones realizadas para plataformas en
el período 2019-2020. Tanto las entrevistas como los presupuestos fueron
obtenidos en carácter confidencial, por ello no es posible indicar el nombre de
las productoras, de los entrevistados y de las producciones. La información
cualitativa que surgió de las entrevistas es presentada de modo general,
ilustrando puntos coincidentes entre los entrevistados. Asimismo, la
información cuantitativa que surgió como resultado del análisis de los
presupuestos de producciones estrenadas en plataformas se encuentra expresada
en términos porcentuales.
A fin de mantener la confidencialidad de la
información, para fines analíticos se estableció una tipología de las producciones
en función de los presupuestos totales:
×
Grande: de US$ 5 millones a US$ 10
millones
×
Media:
de US$ 2 millones a US$ 4 millones
×
Pequeña: US$ 1 millón.
Además de las entrevistas y análisis de
presupuestos, se recurrió a documentos y fuentes estadísticas de organismos
públicos (Instituto Nacional de Estadísticas y CENSOS -INDEC-; Administración
Federal de Ingresos Públicos-AFIP-; y SINCA, entre otros) y privados
(consultoras privadas) a nivel nacional. A su vez, se revisaron documentos de política
pública y legislaciones (leyes, decretos, resoluciones) tanto a nivel nacional
como regional. Asimismo, se recurrió a la revisión de investigaciones
académicas existentes sobre la temática, notas de prensa generalista y prensa
especializada.
Este trabajo parte de los estudios de la economía
política de la comunicación y la cultura (EPCC) que encuentra entre sus
prioridades de investigación los análisis macro y micro económicos que indagan
los cambios en la cadena de valor de las industrias culturales, su impacto en
los modelos de negocio y las transformaciones en las políticas y normativas
(Zallo, 2011).
De ahí que la EPCC es un marco adecuado para este
trabajo que analiza la producción de contenidos originales para proveedores de
servicios audiovisuales en Internet en la Argentina a partir de cinco casos de
estudio.
A lo largo de la historia del sector audiovisual
televisivo es posible identificar tres grandes modelos: el de broadcasting o etapa hertziana analógica; narrowcasting o etapa multicanal; y webcasting
o etapa digital multicanal (López Villanueva, 2011; Prado, 2010, citados en Bizberge, 2021).
El modelo de webcasting,
cuyo surgimiento se ubica entre el 2000 y 2005 en adelante, producto de la
convergencia entre el audiovisual e Internet, presenta como características
centrales la personalización del consumo, la ubicuidad de los contenidos al
poder acceder a ellos en movilidad y a través de múltiples pantallas y su
posibilidad de intercambio. A diferencia de los modelos anteriores, la
programación deja de ser lineal y el contenido se despaquetiza,
marcando el pasaje de lo que Prado (2010) denomina del “flujo al stock”. Así
como la programación deja de ser lineal, el consumo es en diferido/ asincrónico
y permite la interactividad con los contenidos. Otra característica de este
modelo radica en la posibilidad de que el televidente se convierta en productor
de contenidos, dando lugar a lo que Jenkins (2006) ha llamado cultura
participativa, es decir cómo la convergencia tecnológica incide en el plano
cultural.
A diferencia de los modelos anteriores, las
barreras de entrada al mercado son más bajas, lo que permite el ingreso de
nuevos actores al sector como las telefónicas, agregadores
de contenido como Netflix o Amazon, o jugadores de la
“TV mejorada” como Hulu, entre otros (Álvarez
Monzoncillo, 2011: 86). Estos nuevos actores que permiten el acceso a contenido
de video a través de Internet se constituyen como nuevos espacios de
circulación de poder (Hesmondhalgh & Lotz, 2020; García Leiva, 2019).
×
×
Tipo de contenido: generalista; cine y/o
ficción de TV; documentales; infantil -animación; musical; adulto; estilo de
vida -salud; deportes; otros.
×
Si bien la presencia de contenidos exclusivos es
central para los modelos de negocio, la novedad es que los datos recibidos de
los usuarios se constituyen como el “recurso esencial”- entendido como aquel
que permite a su propietario consolidar una posición dominante en el mercado-
para el mundo audiovisual en Internet (Bullich y Guingard, 2016). En este sentido, Hesmondhalgh
& Lobato (2019) sostienen la importancia de generar conocimiento sobre las
prácticas industriales que dan forma a la puesta a disposición (discoverability) y visibilidad (prominencia) de la
programación.
El capital necesario para el desarrollo de este
modelo de distribución (y producción) de contenidos constituye es uno de los
factores que ha permitido la consolidación de gigantes estadounidenses (como Netflix o Amazon) en el ámbito internacional (Bullich y Guingard, 2016). En
consecuencia, se produce una situación de competencia desigual por el
desequilibrio de medios humanos, tecnológicos y financieros, en especial para
los países emergentes por los altos costos de las aplicaciones y su
mantenimiento técnico.
La oferta de servicios de streaming
de video a través de Internet en Argentina se remonta a 2011, momento en que
ingresa Netflix en el país. Previamente, ya existían
algunas experiencias por parte de las empresas de telefonía (Telefónica,
Telecom y Claro) que habían lanzado estos servicios -con un alcance limitado-
utilizando sus licencias de servicios de valor agregado, así como por parte de
los canales de TV abierta Telefé y Canal 13, que
comenzaron a poner a disposición sus contenidos de la TV lineal en Internet, lo
que se conoce como catch up TV (Bizberge, 2015). En
la actualidad, existen 98 plataformas que ofrecen servicios audiovisuales a
través de Internet (BB, 2021). Siguiendo la clasificación de Páez Triviño
(2016) es posible identificar la oferta que realizan las plataformas VoD -OTT “nativas” de Internet (Netflix,
Amazon Prime, YouTube, Mubi, junto con las argentinas
Vesbi y Qubit); los
servicios OTT que ofrecen los operadores de TV paga (DirecTV
Go, Flow, entre otras), los
de las telefónicas (Movistar Play, Claro Video) y las plataformas estatales de
acceso gratuito (Cine.ar, Cont.ar, entre otros).
El crecimiento y consolidación de la oferta de
servicios de streaming de video a través de Internet,
que comúnmente se conoce como servicios over the top (OTT) aunque no haya un claro consenso sobre el
término más allá de la provisión a través de Internet (Bizberge,
2021), debe entenderse en el escenario más amplio de la industria de TV paga en
el país.
De acuerdo con la consultora Business Bureau
(2021) a fines de 2020 en Argentina había 11,52 millones de hogares con acceso
a la TV paga (incluye quienes acceden de modo legal e ilegal), que representan
una penetración del 77% de los hogares. A su vez, los hogares efectivamente
suscriptos (quienes pagan por el servicio) son 9,72 millones, es decir, una
penetración del 65% de los hogares. Estas últimas cifras de suscripciones
coinciden con las reportadas por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM,
s/f), en el portal de datos abiertos, que registra para el último trimestre de
2020, 7,34 millones de accesos a TV por cable y 2,29 millones a TV satelital[1].
Los principales jugadores del mercado son
Cablevisión (38%) y DirecTV (31%), seguidos muy por
detrás por Telecentro y Supercanal (6% y 5%,
respectivamente) (BB, 2021). Entre los cuatro acaparan el 80% del mercado.
Al considerar el universo de suscriptores de TV
paga (9,7 millones de hogares), se observa que hay un 42% de los hogares que
contratan servicios de TV paga y algún servicio OTT (en cualquiera de sus
modalidades de negocio). En tanto un 12% de hogares sólo está suscrito a un
servicio OTT (BB, 2021).
Netflix lidera
ampliamente la oferta de servicios SVoD tanto en
América Latina, como en Argentina. Su liderazgo se explica por su temprano
desembarco respecto de otras plataformas (Mastrini
& Krakowiak, 2021: 5). El único dato público de
suscriptores que se conoce de Netflix es cuenta con
4,5 millones de suscripciones en Argentina (Mármol, 2020). Debido a la opacidad
del sector, existen divergencias sobre la participación de mercado de los
distintos jugadores en el país, aquí retomamos los datos de Mastrini
y Krakowiak (2021: 5), a partir de cifras de Business
Bureau, que indican que, en el primer trimestre de 2020, Netflix
concentraba el 68% del mercado de SVoD, seguido por
lejos de Amazon Prime (7%) y HBO Go (3%), en tanto el
22% restante correspondía a “otros”.
En relación a la oferta de contenidos, a inicios
de 2019, el principal actor del mercado SVoD, Netflix, solo contaba con 2,3% contenidos argentinos en su
catálogo, con un claro predominio de producciones de Estados Unidos (46%),
seguido muy de lejos por Inglaterra (10%), Corea y Japón (8% y 7,3%
respectivamente) (Rivero, 2019). En cuanto a los géneros predominantes, más de
la mitad del catálogo, compuesto por 1228 series y más de 1500 películas,
correspondía a contenidos de ficción (48%), animados (17,2%); especiales de
stand up (13,3%); documentales (11,6%); reality shows
(6,4%) y variedades (3,5%) (Rivero, 2019).
Hasta ahora, algunas de las series de
ficción y documentales argentinas incluidas en el catálogo de Netflix son: Edha; Estocolmo; El
Marginal; Llámame Francisco; El Puntero; Los Simuladores; Go!
Vive a tu manera; Boca Juniors: la pretemporada; Fangio:
el hombre que domaba las máquinas; Monzón y Apache (Infobae,
2017; El Diario, 2018; Bessieres, 2020). Cabe aclarar
que la lista incluye lo que denominamos “series originales” y otras
producciones argentinas que ingresaron al catálogo por la venta de los derechos
a la plataforma.
Algunos ejemplos de series argentinas
producidas para otras plataformas son El Jardín de Bronce (HBO), El Presidente
(Amazon Prime) y el anuncio en 2020 de la producción de 4 series originales
para Argentina, Chile y Colombia por parte de Amazon Prime (algunas producidas
en el país y otras dirigidas por argentinos), como Iosi,
el espía arrepentido, La jauría y Colonia dignidad (La Nación, 2020).
Con la visita al país del CEO de Netflix, Reed Hastings, en febrero de 2020 se anunciaron
nuevas producciones locales: las series Puerta 7 y Casi Feliz, Cielo Grande, El
Eternauta y El reino (las dos primeras ya estrenadas
y la última, pronta a estrenarse al cierre de escritura del artículo), y las
películas El cuaderno de María, La corazonada y los documentales Guillermo
Vilas y Juan Manuel Fangio (Liponetzky,
2020).
En materia regulatoria, el abordaje de los
actores surgidos de Internet se produce por la vía tributaria extendiéndole la
obligación del pago de IVA. Este enfoque es el que predomina en América Latina,
aunque más recientemente comenzaron a discutirse públicamente otros temas como
la cuota de catálogo de producción nacional en estas plataformas y la
visibilidad de los contenidos nacionales (para un estudio en profundidad, ver
Baladrón y Rivero, 2019 y Bizberge, 2021).
En Argentina, en diciembre de 2017 se produjo una
reforma tributaria que grava a los proveedores extranjeros de servicios
digitales -incluidos los audiovisuales- con el 21% de IVA (Ley 27.430),
reglamentada e implementada desde 2018. En diciembre de 2019 la Ley de
Solidaridad y Reactivación Productiva N° 27.541 creó el Impuesto País (Para una
Argentina Inclusiva y Solidaria). El decreto reglamentario 99/2019 en su art.
17 estableció una alícuota del 8% para los consumos de servicios digitales en
el exterior.
Con relación a proyectos y debates suscitados en
el período de análisis de este artículo (2019-2020), cabe mencionar que, en
2019, del diputado del PRO Daniel Lipovetzky presentó
un proyecto de ley (5396-D- 2019) que planteaba que del pago del IVA realizado
por los prestadores de servicios digitales, el 47,62% sea destinado al Fondo de
Fomento Cinematográfico y el 52,38% restante se destine a la recaudación de
Ingresos Públicos.
Por su parte, el presidente del Instituto
Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Luis Puenzo,
hizo declaraciones públicas en abril de 2020 en apoyo de la tributación de las
plataformas con el fin de financiar la producción nacional, en una línea
similar al proyecto mencionado (Télam, 2020).
Luego de brindar el panorama de mercado y
regulatorio en Argentina, a continuación se analiza la incidencia de las
producciones para plataformas en el sector audiovisual.
El análisis sobre la producción de contenidos
audiovisuales para plataformas se enmarca en el universo más amplio de la
producción de servicios culturales de modo general y de los servicios
audiovisuales en su conjunto, en particular.
De ahí que, en primer lugar, se propone
dimensionar el impacto económico del sector audiovisual en el conjunto del
sector cultural a partir de los últimos datos públicos disponibles del Sistema
de Información Cultural de Argentina (SINCA), del Ministerio de Cultura de la
Nación.
Tabla 1. VAB Cultural Total -VAB Audiovisual 2016-2018. En AR$ corrientes
|
2016 |
2017 |
2018 |
VAB Cultural Total |
129.625.654.001 |
171.715.736.000 |
208.971.287.000 |
VAB Audiovisual |
27.115.517.001 |
36.134.532.000 |
43.221.897.000 |
%VAB Audiovisual
sobre VAB total |
20,92% |
21,04% |
20,68% |
Fuente: Elaboración propia en base a
datos del SINCA
El valor agregado bruto cultural (VAB cultural) mide el valor añadido en la
producción de bienes y servicios culturales finales y permite dar cuenta de su
participación en el total de la economía del país (SINCA, 2018).
El VAB cultural contempla distintos sectores
como: artes escénicas y espectáculos artísticos; artes plásticas y visuales;
libros y publicaciones; audiovisual; producción y edición musical; diseño;
patrimonio material; formación cultural; contenido digital y publicidad.
Como se observa en la tabla 1, el VAB Cultural
total en 2016 fue de AR$ 129.625 millones, de los cuales, el VAB Audiovisual
representó AR$ 27.115 millones.
En 2017, el VAB Cultural total fue AR$ 171.715
millones, de los cuales el valor generado por el sector audiovisual fue de AR$
36.134 millones.
Por último, en el 2018, el VAB Cultural total fue
de AR$ 208.971 millones, de los cuales, el VAB generado por el sector
audiovisual fue de AR$ 43.221 millones.
En términos porcentuales, el VAB Audiovisual
representó en promedio el 20,88% del VAB Cultural total en el período
2016-2018.
Luego de haber dimensionado el sector audiovisual
dentro del sector cultural en su conjunto, se determinó la incidencia de las
producciones para plataformas estudiadas para este trabajo.
Es importante mencionar que los
presupuestos analizados son de 2019 y 2020, en tanto que los últimos datos
públicos disponibles corresponden a 2018. Si bien esto puede generar algunas
variaciones, como se observó anteriormente, el comportamiento del VAB en sus
distintas dimensiones se mantiene mayormente estable, de ahí que la dimensión
de las producciones para plataformas en términos porcentuales a partir de esos
valores no debería generar desvíos significativos.
Tabla 2.
Dimensión de series sobre VAB Total -VAB Audiovisual y participación de
contenidos producidos para plataformas
|
VAB Cultural Total |
VAB Audiovisual |
Participación de
ficciones para plataformas (*) en VAB audiovisual |
2018 (*) En millones AR$ |
208.971 |
43.221 |
740 |
% |
No Aplica |
20,68% |
1,71% |
Fuente: Elaboración propia en base a
datos de SINCA 2018 y presupuestos de productoras (*) de 2019 y 2020.
Como se observa en la Tabla 2, las producciones
realizadas para plataformas representan el 1,71% del VAB Audiovisual. Estas
cifras son especialmente relevantes al tener en cuenta que son estimaciones en
base a los tres presupuestos estudiados.
6. Importación de servicios digitales.
Esta sección propone ponderar a los servicios de streaming de video dentro de los servicios digitales que,
como se explicó al inicio del trabajo, comenzaron a ser alcanzados por el IVA
en la Argentina (Ley 27.430/2017 y Decreto 354/2018).
Tal como se observa en la Tabla 3, en el primer
trimestre de 2019 este sector representó el 61% de los servicios digitales, lo
que implica que durante ese periodo los hogares del país pagaron un total de
U$S 70.080.627 por streaming de video de plataformas
extranjeras.
Tabla 3. Importación de servicios
digitales pagados por los hogares por rubro. 1° trimestre de 2019
Tipo de servicio |
U$S |
% |
Servicios de streaming de video |
70.080.627 |
61 |
Servicios de informática |
19.758.029 |
17 |
Servicios de streaming de música |
16.808.400 |
15 |
Otros servicios personales, culturales y recreativos |
2.959.961 |
2,7 |
Servicios de información |
2.718.132 |
2,5 |
Otros servicios empresariales |
947.935 |
0,9 |
Servicios de publicidad |
521.227 |
0,6 |
Servicios de Telecomunicaciones |
232.829 |
0,3 |
Total |
114.027.140 |
100 |
Fuente: Elaboración propia en base a INDEC (2019) y datos de mercado |
Sobre ese total, el 21% correspondiente al IVA
representó U$S 14.716.932 / AR$ 710.533.477 durante ese trimestre, con un
estimado mensual de U$S 4.905.644 / AR$ 236.844.492.[2]
El crecimiento de los “contenidos digitales” es
una tendencia que también se observa dentro del Valor Bruto Cultural (VAB
cultural) en el país. Esta categoría está integrada por los servicios de
internet de fotografías publicitarias, libros y diarios online, descarga y streaming de películas y otros contenidos de video,
descarga y streaming de música, publicidad y
videojuegos en línea. El sector digital fue el que experimentó el crecimiento
más grande de todos los sectores que componen el VAB cultural con un 101% al
considerar la serie histórica 2013-2018: su participación era del 8% en 2013 y
ascendió al 16% en 2018. Entre 2017 y 2018 la mayoría de los sectores cayeron a
excepción del sector digital, que creció un 2%, lo cual permitió morigerar la
caída del VAB cultural total, que hubiera sido del -3,6% en lugar del -2,8%
entre 2017 y 2018 (SINCA, 2019).
Gráfico 1.
Porcentaje de importaciones de servicios digitales pagados por hogares por tipo
de servicio. 1° trimestre
de 2019
Fuente:
Elaboración propia en base a INDEC (2019) y datos de mercado
En conclusión, tanto el crecimiento sostenido de los contenidos digitales
dentro del VAB Cultural como el alto porcentaje (61%) de los servicios de streaming de video dentro del conjunto de los servicios
digitales importados que se consumen en nuestro país son factores y tendencias
a considerar para la implementación de medidas específicas en el sector.
6. Impuestos: análisis de presupuestos de contenidos producidos para
plataformas
A partir del análisis de los presupuestos de
producciones audiovisuales realizadas para proveedores SVoD,
fue posible identificar cuatro ítems relativos a impuestos:
1.
IVA
2.
Impuesto a débitos
3.
Aportes y contribuciones
4.
Cargas sociales
El rubro de impuestos representa, en promedio, el
20,86% de los presupuestos estudiados.
Gráfico 2. Impuestos en
producciones. Participación promedio por tipo de impuesto
Fuente: elaboración propia en base al
análisis de presupuestos
Como se desprende del Gráfico 5, el ítem impositivo de mayor participación era
el IVA, que representaba, en promedio, el 9,04% del total de los presupuestos.
En segundo lugar se ubicaban los aportes y contribuciones a la AFIP, que
representaron en promedio el 7,37%; seguido de las cargas sociales (aportes a
sindicatos), con el 3,08% en promedio. Por último, el impuesto a débitos
representó en promedio el 1,36% del total de los presupuestos.
También es posible presentar la participación de
los distintos impuestos en función de los tipos de producciones estudiadas,
como fue definido en el apartado metodológico:
×
Grande: presupuesto de entre US$ 4
millones a US$ 10 millones
×
Mediana: presupuesto de entre US$ 2
millones y US$ 3 millones
×
Chica: presupuesto de US$ 1 millón.
Tabla 4. Participación por rubro de
impuesto según tamaño de producción
Impuestos/tipo de producciones |
Producción grande |
Producción mediana |
Producción chica |
IVA |
7,33% |
5,70% |
14,08% |
Imp. débitos |
1,11% |
1,85% |
1,13% |
Aportes y contribuciones AFIP |
7,89% |
7,85% |
6,38% |
Cargas sociales |
0,56% |
3,05% |
5,63% |
% en el total del
presupuesto |
16,89% |
18,46% |
27,23% |
Fuente: elaboración propia en base al
análisis de presupuestos
De la tabla anterior se pueden hacer las siguientes observaciones:
×
En primer lugar, en las producciones de
menor porte, el total de los impuestos representaba prácticamente 10 puntos
porcentuales más que en las producciones mediana y grande, que mantienen
porcentajes similares.
×
En segundo lugar, se observa que tanto el
ítem referido al IVA como el de cargas sociales son los que mostraban mayores
variaciones según el tamaño de las producciones. En ambos casos, tiene mayor
impacto en las producciones más chicas.
×
Por su parte, el ítem de aportes y
contribuciones a AFIP tenía una incidencia prácticamente idéntica en
producciones grandes y medianas (7,89 y 7,85%, respectivamente) y, algo menor
en producciones pequeñas (6,38%).
Por todo lo anterior es posible afirmar que uno
de los principales costos que enfrentaban estas producciones estaba vinculado
con el IVA.
En las distintas entrevistas realizadas para este
trabajo se planteó específicamente el problema de la devolución del IVA, al que
distintos actores aludieron como “un costo” difícil de recuperar en el corto
plazo. También se señaló la dificultad de poder explicar el tema en términos
jurídicos a las plataformas ya que, ante las demoras para recuperar el IVA, se
sumaba como un costo adicional que se cargaba a las producciones.
Esa postura es coincidente con el planteo de la
Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica (CAIC):
El principal problema que atiende
directamente a la A.F.I.P. es la acumulación progresiva de crédito fiscal de
IVA derivado de la ejecución de sus proyectos ...Casi la totalidad de las
compañías locales enfocadas en la producción cinematográfica son incapaces de
facturar mediante la distribución y exhibición de sus productos el volumen de
ingresos necesario para recuperar el crédito fiscal de IVA generado en la fase
de producción. Más aún, muchas de ellas incrementan este crédito en la fase de
comercialización, dado que casi todas las erogaciones de lanzamiento y
promoción están gravadas (CAIC, 2020).
En el caso de las producciones realizadas con
subsidios del INCAA, el IVA no está contemplado, tampoco se reintegra por otras
fuentes de financiamiento, ni es susceptible de ser aplicado al pago de otras
obligaciones.
Cuando se alude a la producción para plataformas
digitales, los entrevistados plantearon que ante las dificultades para
recuperar el costo del IVA, tenían que trasladar al menos una parte al costo de
las producciones, lo que las terminaba encareciendo.
Frente a esta situación, se han planteado
distintas alternativas:
Demanda para eliminar el IVA para la producción
audiovisual.
Reforma regulatoria para recuperar el saldo
técnico del IVA y poder utilizar dicho crédito para el pago de otras
obligaciones. Esta última coincide con la posición pública de CAIC.
Esta demanda respecto del IVA -como también la
que se analiza en el siguiente apartado sobre la quita del impuesto al derecho
a la exportación del 5%- obtuvieron respuesta por parte del Estado nacional en
abril de 2021, durante el lanzamiento del Plan “Contenidos Argentinos”. Entre
las medidas anunciadas se incluyó el reintegro del IVA en un periodo inferior a
los 60 días para la actividad audiovisual y se llevó a cero el arancel para la
exportación de servicios.
Además del problema de la devolución del IVA, a
partir de las entrevistas realizadas surgieron otras demandas desde las grandes
productoras de cine y TV del país (aunque no visualizables
directamente en los presupuestos):
×
Cash rebate
×
Incentivo a la creación de un programa por
distritos.
×
Quitar el impuesto al derecho a la
exportación de 5%.
×
Establecer un dólar diferencial para
permitir que el costo de producción argentino sea más estable.
De todos ellos, a continuación nos centraremos en
el cash rebate y los derechos de exportación debido a que fueron las demandas
sobre las que hubo consenso entre todos los entrevistados y porque algunos de
los otros aspectos mencionados, a su vez, se vinculan con estas cuestiones.
Uno de los principales obstáculos para el
desarrollo de producciones audiovisuales argentinas para las plataformas que
señalaron todos los entrevistados es el impuesto al derecho de exportación que,
desde 2019, quedó establecido en un 5%.
La Ley 22.414 de 1981 (Código Aduanero) refiere a
la exportación de servicios. En el artículo 10 detalla que se considera
mercadería susceptible de ser exportada a:
×
Locaciones y prestaciones de servicios
realizadas en el exterior, cuya utilización o explotación efectiva se lleve a
cabo en el país.
×
Los derechos de autor y derechos de
propiedad intelectual.
×
Las prestaciones de servicios realizadas
en el país, cuya utilización o explotación se lleve a cabo en el exterior
(incorporado en 2018, a través de la Ley 27.467).
Con la sanción de la Ley 27.467 de 2018 (que aprobó
el Presupuesto Nacional de 2019), durante la presidencia de Mauricio Macri, se estableció que la alícuota de los derechos de
exportación no podía superar el 30% del valor imponible y que, para aquellas
mercaderías que no estaban sujetas al derecho de exportación hasta el 2 de
septiembre de 2018, el tope máximo sería del 12% (artículo 81).
El Decreto reglamentario, Decreto 1201/2018,
determinó que el derecho de exportación del 12% se fijara hasta el 31 de
diciembre de 2020 (artículo 1), y que no podría superar $4 pesos por cada dólar
del valor imponible (artículo 2). Asimismo estableció que el tributo se
aplicara a aquellas empresas cuya facturación anual al exterior superara los
US$ 600.000 y se planteó que aquellos exportadores que en el año calendario anterior
hubieran exportado menos de US$ 2 millones podrían contar con un plazo de 45
días para realizar el pago (artículo 5).
Con la llegada al gobierno de Alberto Fernández,
se sancionó la Ley 27.541 (Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva
en el marco de la Emergencia Pública), que estableció que los derechos de
exportación aplicables a la prestación de servicios no pueden superar el 5%. El
decreto reglamentario 99/2019 determinó su vigencia hasta el 31 de diciembre de
2021 y derogó el artículo 2 del decreto de 2018, para modificar el modo de
cálculo del valor imponible.
Mediante la resolución general de la AFIP 4.666
de enero de 2020 se estableció que el derecho de exportación se determina en
dólares con la alícuota del 5% en base al importe que figura en la factura
electrónica “E” (para exportación de servicios), utilizando el tipo de cambio
de vendedor del Banco Nación del día anterior a la fecha de pago del derecho de
exportación.
Los entrevistados coincidieron en que el
principal problema que este tributo genera para la actividad es la pesificación
y la brecha cambiaria, lo cual resulta complejo de explicar a los inversores,
en este caso, las plataformas. El dinero que ingresa en dólares, se pesifica al cambio oficial lo que genera en los hechos una
reducción considerable en el presupuesto.
De ahí que los entrevistados demanden la
eliminación de este impuesto o bien el establecimiento de un dólar diferencial
para permitir que el costo de producción argentino sea más estable. Como ya se
mencionó, finalmente en abril de 2021, como parte del Plan “Contenidos
Argentinos”, se anunció la reducción de esta alícuota a cero, noticia que fue
anunciada por el presidente Alberto Fernández junto a funcionarios de diversas
carteras vinculadas al sector.
Otro de los aspectos centrales para el
fortalecimiento de las producciones audiovisuales planteado por los
entrevistados es el desarrollo de una política de cash rebate, es decir, el
reembolso de un porcentaje de fondos invertidos.
Uno de los puntos que destacaron los
entrevistados en relación a la realización de servicios de producción para
plataformas es que las casas productoras ceden la propiedad intelectual a las
plataformas, por lo que no es posible comercializar las producciones en otro
mercado. Ante este escenario señalan que una política de incentivos a través
del cash rebate permitiría, por un lado, mejorar el negocio (obtener mejores
ganancias) para las productoras y, al mismo tiempo, atraer más inversiones de
las plataformas para producir en el país.
Los entrevistados señalaron que, a diferencia de
Argentina, tanto en Europa como en distintos países de América Latina existen
este tipo de políticas de fomento. En este sentido, mencionaron principalmente
los casos de Brasil, Colombia, México y Uruguay en la región.
A continuación se sintetizan las medidas
de cash rebate aplicadas en una serie de países de la región seleccionados:
Tabla 5.
Medidas de cash rebate en países latinoamericanos (junio 2020)
País |
Brasil |
Chile |
Colombia |
México |
Panamá |
Uruguay |
% cash rebate |
En Sao Paulo 20 al 30% |
30% |
40% para
servicios de producción y 20% sobre servicios logísticos. Medellín + 15% |
17,5%
(7,5% reembolso en efectivo y hasta el 16% del IVA). Discontinuado en
2017 |
15% |
20 al 25% |
Fuente: elaboración propia en
base a sitios oficiales y notas de prensa
Como se desprende de la tabla anterior, varios
países de América Latina están implementando recursos para atraer inversiones.
En Brasil, la Ley Federal para Incentivos
Culturales, conocida como Ley Rouanet instituyó el
Programa Nacional de Apoio à Cultura (Pronac) -reglamentado en 2006 mediante el decreto 5.761-,
que permite deducir hasta un 4% del impuesto sobre la renta a pagar. En abril
de 2019, la “Instrução Normativa nº 2”, del
Ministerio de Ciudadanía introdujo cambios en el reglamento de esta ley y
estableció, entre otras cosas, límites para la captación de proyectos audiovisuales
($R 200 mil para cortometrajes; $R 600 mil para mediometrajes; $R 15 mil para
series web, entre otros).
En la ciudad de San Pablo, SPCine
-organismo encargado de la promoción de la industria audiovisual en la ciudad,
ofrece cinco líneas de incentivo, de las cuales tres corresponden a un cash
rebate de entre el 20 y 30% a partir de una inversión mínima de US$ 500 mil.
Las tres líneas son: producciones internacionales (largometrajes, animaciones y
series) rodadas en Sao Paulo; producciones brasileñas con potencial
internacional; y campañas comerciales globales rodadas en Sao Paulo.
En Chile, mediante el Programa de Apoyo a las
producciones de Alto Impacto (CORFO) se ofrece una devolución de la inversión
del 30%.
En el caso de Colombia, la Ley 1556 de 2012
destinada a promover la industria audiovisual determinó la devolución del 40%
de los gastos realizados en el país y el 20% para los gastos logísticos, a
través del Fondo Audiovisual Colombia.
En el marco del desarrollo de la Economía
Naranja, el Ministerio de Cultura de ese país anunció en junio de este año dos
líneas de incentivos para producciones audiovisuales (incluye series y
videojuegos, entre otros): Fondo Fílmico Colombia -con los beneficios
mencionados anteriormente- y el Certificado de Inversión Audiovisual, al que
podrán acceder proyectos a partir de US$ 475 mil (Presidencia de Colombia,
2020). El Certificado de Inversión Audiovisual permite que obras audiovisuales
no nacionales que sean producidas o postproducidas en
el país (total o parcialmente) puedan descontar del impuesto a la renta hasta
el 35% de la inversión realizada en Colombia.
Asimismo, en la ciudad de Medellín, la Comisión
Fílmica de Medellín ofrece en forma adicional al 40% a nivel nacional, una
devolución del 15% por filmar en la ciudad.
Si bien varios entrevistados mencionaron el caso
de México, el Programa de Apoyo a la Industria Cinematográfica y Audiovisual
Alto Impacto (Fondo ProAV) fue discontinuado en 2017.
El programa preveía una devolución del 17,5% (7,5% sería devolución en efectivo
y hasta el 16% del IVA) a partir de una inversión mínima de $M 40 millones (US$
1,7 millones).
En Panamá, Panama Film Commission brinda un reembolso del 15% de la inversión para
producciones de películas, pilotos de TV, series televisivas (TV abierta y por
cable), comerciales de TV, videos de música, documentales, videojuegos y otras
formas de creación de contenido. Las compañías extranjeras deben tener al menos
un gasto de US$ 3 millones en el país para acceder al beneficio. De acuerdo con
información de prensa, previo a la pandemia por COVID-19, la Comisión tenía
previsto elevar el cash rebate al 25% (Evans, 2020).
En Uruguay, el Programa Uruguay Audiovisual
(PUA), administrado por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) establece la
devolución de entre el 20% y 25% sobre los gastos elegibles de producción para
producciones del exterior a partir de un gasto de entre US$ 600 mil y US$ 1
millón en el primer caso y más de US$ 1 millón para acceder al 25% de
reembolso.
El programa también contempla devoluciones del
20%, 40%, 80% sobre los gastos para producciones locales. Estas líneas se
complementan con incentivos de IVA del 0% para servicios de producción y
coproducciones.
A partir de los casos reseñados puede observarse
que estas medidas de incentivo apuntan a la incorporación de líneas específicas
para plataformas, que se enmarcan en políticas de fomento previas más amplias.
Este apartado presenta los datos elaborados a
partir de los presupuestos de producciones argentinas para plataformas entre
2019 y 2020, para luego compararlos con el trabajo registrado en el sector
audiovisual en el país a partir de los datos del SINCA. Los indicadores
nacionales más actuales corresponden a 2018, sin embargo, la serie histórica no
presenta variaciones interanuales sustantivas, por lo cual consideramos que el
análisis realizado con los datos disponibles no presenta desviaciones
significativas.
En primer lugar, realizaremos un panorama del
trabajo registrado en el sector audiovisual y su lugar dentro de la creación de
empleo cultural en el país y de otras industrias. En 2018 el empleo cultural
generó el 1,8% del total del trabajo privado del país, superando a otros sectores
como energía y minería. Con relación a la generación del ingreso en la cultura,
el 47% del valor agregado cultural de 2018 correspondió a remuneraciones de
trabajo asalariado (SINCA, 2020).
Como puede observarse en el Gráfico 6, dentro del
empleo cultural, el audiovisual es el sector que más puestos de trabajo genera
con el 38,7% del total de los puestos de trabajo registrado en el sector,
seguido por diseño (16%) y publicidad (14%). Tomamos como indicador el trabajo
registrado porque en la producción de series para plataformas el mismo llega
prácticamente al 100%.
Gráfico 3.
Porcentaje de puestos de trabajo registrado por rama de la cultura en 2018
Fuente: elaboración propia en base a SINCA (2020)
En 2018 la cantidad de puestos de trabajo
registrado en el sector audiovisual fue de 55.315 (aproximadamente el 60% del
total de los puestos de trabajo en esta rama), lo que redundó en $
42.626.686.000 de pesos en remuneraciones. La categoría audiovisual incluye los
servicios de transmisión para radio y televisión; la producción y distribución
de filmes y videocintas; los servicios de radio y televisión y los servicios de
agencias de noticias. Del conjunto de las ramas de la actividad cultural, el
sector audiovisual y el de formación cultural son los que muestran las
remuneraciones más altas (SINCA, 2020).
8.1. Puestos de trabajo en series para plataformas.
A partir del análisis de presupuestos de series
originales para plataformas[3]
correspondientes a tres categorías de producciones (grande, mediana y chica)
presentado en la Tabla 8, encontramos que en promedio el 42,81% corresponde a
la generación de empleo directo y esa cifra asciende al 50,79% al incluir el
trabajo indirecto. En las producciones mediana y chica el porcentaje de trabajo
directo es un poco más alto, rondando el 50%.
Tabla 6. Generación de puestos de
trabajo en porcentajes y por rubro en producciones argentinas para plataformas
(2019-2020).
Fuente:
elaboración propia en base al análisis de presupuestos
Si bien hay algunas variaciones según el tipo de
producción, dentro del empleo directo, el rubro que genera más puestos de
trabajo tanto en número como en remuneraciones es el de actores (principales,
secundarios, bolos y extras) con el 14,19% en promedio de las remuneraciones.
El siguiente rubro que reúne un mayor porcentaje de las remuneraciones es el de
equipo técnico con el 11,95%, seguido por producción y arte, vestuario y
maquillaje, con alrededor del 7% cada categoría.
Al tomar en términos absolutos los números de
puestos de trabajo directo y remuneraciones correspondientes a los casos de
producciones argentinas para plataformas (grandes, medianas y pequeñas para el
periodo 2019-2020) y los relacionamos con el total de puestos de trabajo
registrados en el sector cultural en 2018, encontramos que los mismos
representan el 2,74% de los empleos.
En términos de remuneraciones, los puestos de
trabajo directo son el 0,50% de las remuneraciones totales de trabajo registrado
en el sector audiovisual en 2018 y el 0,64% si consideramos también el trabajo
indirecto.
Este artículo se dedicó al análisis de la
producción de contenidos originales para plataformas en la Argentina a partir
de cinco casos de estudio de producciones grandes (US$ 5 millones a US$ 10
millones), medianas (de US$ 2 millones a US$ 4 millones) y pequeñas (US$ 1
millón). El objetivo que se planteó fue dimensionar su incidencia económica en
la industria audiovisual en su conjunto, en la creación de puestos de trabajo
directo e indirecto, así como analizar los aspectos impositivos que más
obstaculizan el desarrollo del sector.
A partir de la clasificación de los
servicios de streaming de video según su modelo de
negocio, se advirtió que Netflix lidera ampliamente
la oferta de servicios SVoD en Argentina, con una
participación que supera el 85% de mercado de suscriptores. El resto de los
operadores concentran el 15% restante, donde se destacan Amazon Prime Video y
Claro, en tanto el resto de los jugadores detentan participaciones muy menores.
Dimensión VAB
Uno de los objetivos que se planteó el trabajo
fue dimensionar el impacto económico de las producciones para plataformas en el
sector cultural de modo general y, más específicamente, en el sector
audiovisual.
A partir de los datos del SINCA fue posible
advertir que, entre 2016 y 2018, el VAB Cultural (que permite dar cuenta de la
participación cultural en el total de la economía del país) fue AR$ 170.104
millones. De ese total, el VAB audiovisual (participación de este sector en la
economía) fue de AR$ 35.490 millones, lo que representa, en promedio el 20,88%
del VAB Cultural total.
Al estudiar en forma agregada las
producciones realizadas para plataformas se identificó que representan el 1,71%
del VAB audiovisual. Este porcentaje es especialmente relevante si se considera
que se trata solo de cuatro producciones.
Enfoque regulatorio para plataformas
En el caso argentino observamos que el IVA
alcanzó a los servicios digitales sin sede en el país en 2017 y comenzó a
implementarse a partir de su reglamentación en 2018. Además, en 2019 se
incorporó el impuesto PAÍS, con una alícuota del 8% para este tipo de
servicios.
Al ponderar la importación de servicios digitales
pagados por hogares argentinos, observamos que el 61% correspondió a streaming de video, lo que representó U$S 70.080.627
durante el primer trimestre de 2019. Aproximadamente, el monto mensual por IVA
que devino de estos servicios fue de U$S 4.905.644.
Impuesto producciones y demandas sectoriales
Al estudiar los presupuestos de las producciones
para plataformas se identificó que el rubro de impuestos representó en promedio
el 20,86% del totalmismos. El impuesto de mayor
participación fue el IVA (9,04%), segundo del rubro aportes y contribuciones a
la AFIP (7,37%), las cargas sociales (3,08%) e impuesto a débitos (1,36%).
De las entrevistas surgió que el IVA representaba
una de las principales dificultades para la producción por tratarse de un costo
difícil de recuperar. Por eso, los actores del sector demandaban su eliminación o bien una
reforma regulatoria que permita buscar alternativas para poder utilizar el
saldo del IVA como crédito para pagar otras obligaciones. Finalmente, en abril
de 2021 se estableció un periodo máximo de 60 días para el reintegro del IVA,
en respuesta a esta demanda en el marco del lanzamiento del Plan “Contenidos
Argentinos”.
Además del IVA, de las entrevistas emergieron
otros dos aspectos de relevancia para el sector: la necesidad de políticas de
incentivo a través de cash rebate y la eliminación del 5% por derechos de
exportación.
En relación a esto último, desde 2019, a partir
de la Ley 27.541 y posteriores decretos y resoluciones reglamentarias, se
estableció que el derecho de exportación se determinara en dólares con una
alícuota del 5% en base al tipo de cambio de vendedor del Banco Nación. Así se
modificó el modo de cálculo previo que establecía el derecho de exportación en
un 12% pero a un valor de $4 pesos por cada dólar de valor imponible.
Los actores entrevistados indicaron que el
principal problema de este tributo es la pesificación y la brecha cambiaria
que, en la práctica implica una reducción considerable del presupuesto
disponible para producir.
De ahí una de las principales demandas era la
eliminación de este impuesto o bien el establecimiento de un dólar diferencial
para que el costo de producción en Argentina sea más estable. También en abril
de 2021, con el lanzamiento del Plan “Contenidos Argentinos” que se mencionó
anteriormente, se anunció que esta alícuota pasó a cero, lo que implicó la
resolución de dos de los principales obstáculos que planteaban las grandes
productoras de cine y TV del país, identificados en este trabajo.
Respecto del cash rebate (reembolso de un
porcentaje sobre la inversión en producciones en el país), los entrevistados
consideran que es muy necesaria la implementación de una política de incentivo
de este tipo para la competitividad de la industria en relación a otros países
de la región.
A partir un análisis comparado de experiencias se
observó que las medidas de incentivo a la producción audiovisual en los
distintos países se han ampliado para incorporar a la producción para
plataformas dentro de sus líneas de fomento.
Creación de empleo
El sector audiovisual es el rubro que genera
mayor cantidad de puestos de trabajo registrado dentro de la cultura en el
país, con el 39% en 2018. Dada la tendencia decreciente de producción de
ficción para televisión abierta, profundizada por la pandemia del COVID-19 en
2020, la promoción de producciones para plataformas, en articulación con otras
políticas públicas, permitiría crear trabajo registrado en el sector
audiovisual en el corto plazo.
El análisis de los casos de ficciones argentinas
para plataformas arrojó algunos datos relevantes con relación a la creación de
empleo. En promedio, al considerar producciones de escala grande, mediana y
chica para plataformas, encontramos que el 42,81% de estas producciones generó
trabajo directo y, si sumamos el empleo indirecto, la cifra asciende al 50,79%.
El rubro más alto correspondió a actores con el 14,19%, seguido por equipo
técnico con 11,95%. Casi el 100% del empleo generado por estas producciones es
trabajo registrado y, si lo relacionamos con el total del trabajo registrado en
el sector audiovisual del país, encontramos que las producciones para
plataformas representaron el 2,74%. Sin duda uno de los mayores aportes y
potencialidades de este tipo de producciones en la generación de valor es la
creación de empleo.
A modo de cierre, podemos mencionar que este
trabajo busca aportar datos sobre un aspecto emergente en los años recientes:
las producciones audiovisuales “originales” realizadas en el país para su
distribución en plataformas globales de video a demanda. Consideramos que los
datos aportados permiten dimensionar la escala económica de estas producciones
y su impacto en la generación de empleo. También se identificaron las demandas
de las productoras de mayor porte del país para facilitar su competitividad en
este tipo de producciones, dos de las cuales (IVA e impuesto a los servicios de
exportación) ya obtuvieron una respuesta favorable por parte del Estado
argentino.
Este tipo de producciones se enmarcan en la
tendencia global de un mayor crecimiento del consumo audiovisual por internet y
a demanda. Como se mencionó, este modelo favorece la concentración en unos
pocos actores (de origen estadounidense, principalmente), no sólo en la
distribución sino también en la producción de estos contenidos, con inversiones
en búsqueda de contenido propio “local”.
Por lo tanto, consideramos relevante continuar
construyendo conocimiento sobre estas prácticas y su impacto simbólico,
económico y en las fuentes de trabajo del sector audiovisual, ya que aportan
herramientas para pensar políticas públicas en nuestra región latinoamericana y
en nuestros países que permitan acompañar estos procesos y protejan la
diversidad cultural, en especial en contextos de crisis como el que trajo la
pandemia del COVID-19.
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"Nadie pagaría un peso más que lo que ya está pagando". Agencia
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Zallo, R. (2011). “Retos
actuales de la economía crítica de la comunicación y la cultura”, en Albornoz,
L. (comp.). Poder, Medios, Cultura. Una mirada
crítica desde la economía política de la comunicación. pp. 17-60, Buenos Aires,
Argentina: Paidós.
[1] ENACOM (s/f). Televisión paga.
https://datosabiertos.enacom.gob.ar/dashboards/20002/television-paga/
[2] El
cálculo de estos montos en pesos se realizó a partir de la cotización oficial
del BCRA promedio del año 2019, de AR$48,28.
[3] Para esta estimación se tomaron tres
presupuestos de ficciones sobre el total de cinco casos estudiados ya que
brindaban el nivel de detalle suficiente para poder realizar esta comparación.