Reseña
Nicolás Casado
Mariana Ferrarelli (compiladora)
Narrativas transmedia para aprender
y enseñar: ecologías ampliadas en la cultura digital
Fecha de recepción: 31/08/23. Fecha de
aprobación: 07/09/23.
Cómo citar: CASADO, N. (2023). “Narrativas transmedia para aprender y enseñar: ecologías ampliadas
en la cultura digital” [Reseña] Mariana
Ferrarelli (compiladora). Revista
Argentina de Comunicación
11(14), pp 256-261.
Aprovecharé las bondades de la
escritura hipertextual, desde donde tomaré muchas de las voces que forman parte
de este libro, para invitar a la lectura de “Narrativas transmedia para
aprender y enseñar: ecologías ampliadas en la cultura digital”. Esta es una
invitación a navegar la amplitud de experiencias narradas que enriquecieron y
enriquecen la enseñanza utilizando herramientas digitales y sus lenguajes. Y
verán cómo el propio espíritu expansivo de la narrativa transmedia nos
permitirá visualizar y adentrarnos en la aventura de la diversidad de prácticas
tecnológicas que emergieron de la crisis sanitaria y explorar las propuestas
formativas abordadas desde un formato transmedia. Esto es parte de la expansión
y del trabajo creativo, de la red de colaboración que Mariana Ferrarelli
(compiladora) propone y que nos permite ver cómo se transforma el oficio de
enseñar con tecnologías y los sentidos y relaciones que emergen en su uso.
Este libro condensa, en sus 202
páginas, la oportunidad y los caminos que estos 16 docentes e investigadores
pensaron en la narrativa transmedia como un dispositivo para desarrollar
propuestas tecnopedagógicas, pero también cómo resignificaron sus tareas y,
ante la situación límite de la pandemia, encontraron una oportunidad para
preguntarse y emprender acciones sobre las prácticas de enseñanza y aprendizaje
que implican nuevos usos de las tecnologías.
Un recorrido que claramente nos
exige comprender el mundo en el que viven y transcurren las experiencias de
nuestros estudiantes y que tiene una particularidad: está atravesado por lo
digital y por una web participativa.
Hay una cita que destaca Pedro
Ravela en el prólogo y que aparece en el capítulo 7 y refiere a que la pandemia
nos obligó a generar “el mayor
laboratorio de trabajo colaborativo entre docentes de diferentes áreas y
niveles de todo el país”. Agrego a esta cita que ese laboratorio fue
también el principal espacio para el desarrollo de experiencias y enfoques
transmedia donde se desplegaron experiencias que permitieron a los estudiantes
ubicarse tanto en el rol de lectoautores como de prosumidores (capítulo 5).
Es importante resaltar otro
condimento que da un sabor especial a la propuesta: estas miradas, líneas de
acción, pistas de trabajo, abordajes teóricos y preguntas son desarrolladas por
colegas con amplia, y tal como dice Mariana, admirable trayectoria en las aulas
y en otros espacios de enseñanza novedosos.
Respecto de la organización del
libro, el mismo se presenta en dos secciones que tienen nudos de enlace e
interconexión entre sí. La primera parte se denomina “La cultura digital en el
aula” y se encuentran allí los capítulos 1, 2, 3 y 4 en donde los y las autoras
desarrollan los alcances y las implicancias de la cultura digital dentro del
aula. La segunda parte “Narrativas transmedia en la enseñanza”, que comprende
capítulos 5, 6, 7 y 8, aborda el formato que da nombre a este libro y las
mediaciones a que da lugar en los diversos contextos de enseñanza y
aprendizaje.
El primer capítulo se llama “Los
sentidos de la tecnología para los docentes universitarios durante la
virtualización de emergencia” en donde las autoras ponen en diálogo una serie
de preguntas, sobre el sentido, la relación, creencias y el enfoque de las
tecnologías digitales en la enseñanza, con una investigación realizada en la
Universidad Isalud. Sin ánimos de spoilear el capítulo, el mismo cierra con
algunas orientaciones, muy interesantes, para fortalecer la posibilidad de
enfocar la enseñanza en la universidad con tecnologías.
Nace con una historia que encuentra
a diferentes instituciones educativas y docentes de diferentes niveles sobre un
taller de evaluación y que en el contexto de pandemia deviene en una Comunidad
de Aprendizaje. El capítulo 2 denominado “Aprender en comunidad: la tecnología
como aliada del trabajo colaborativo docente” se presenta como relatos de
experiencias concretas y poderosas en aulas reales y pone el eje en el trabajo
colaborativo y en comunidad para la transformación de las prácticas docentes
que adoptan las tecnologías como aliadas. Un capítulo con una clara invitación
al encuentro con colegas, a aprender de y con otros con muchas pantallas de por
medio.
El capítulo 3 se titula “La
formación docente resignificada: un caso de estudio” invita a pensar en
aquellas prácticas que ocurren por fuera del campo educativo y que ameritan ser
incorporadas al mismo (ya que de alguna manera lo enriquece y problematizan). Y
atención porque este capítulo aborda un estudio de caso que da cuenta de la
incorporación del trabajo con narrativas transmedia en la formación docente
donde también se trabajó en formato transmedia. Esta última como práctica de
creación y circulación de contenidos con un gran potencial pedagógico, valiosa
para el ámbito educativo. Una experiencia que modifica la dinámica del aula,
que cuestiona los roles-posiciones tradicionales, enriquece el proceso de
enseñanza aprendizaje. Nos encontraremos con un capítulo con detalles muy
interesantes en el desarrollo del estudio de caso.
Cierra la primera parte del libro el
capítulo 4 “Rediseñar el aula en entornos virtuales: tres R en una propuesta
pedagógica para el ingreso universitario” que parte de la reflexión sobre la
práctica ante la inédita situación de la pandemia. Allí la autora pone el foco
en la búsqueda de expandir (con nuevas estrategias pedagógicas y didácticas)
las propuestas de formación en lectura y escritura para ingresantes a la
universidad: las redes, lo recursivo y la retroalimentación. Un diseño que
debió “aterrizar” en un entorno virtual, luego sería el territorio abonado para
lo híbrido.
Es habitual tomar uno o dos
capítulos para comentar pero nos parece sumamente importante destacar cada uno
de ellos, con todo el riesgo que implica el condensar en uno o dos párrafos
semejante trabajo de los y las autoras. Por eso a continuación seguimos el
recorrido de la segunda parte.
El capítulo 5 “Las propuestas
transmedia en perspectiva: participación, alfabetismos y tecnodidáctica” viene
recargado con un bonus track, esa figurita buscada por todos, cuenta con una
propuesta de herramientas (direcciones hacia donde orientar el diseño de una
propuesta transmedia) para las y los educadores. Un capítulo en el que se
profundiza la conceptualización de transmedia en el espacio educativo y se
aborda la categoría de alfabetismos aumentados (que incluye el abordaje de las
cuestiones críticas asociadas a la vida en plataformas). Veremos un recorrido
que ofrece propuestas donde los estudiantes pueden elegir, proponer, generar
convergencia, expandir y resignificar el conocimiento desde un abordaje que
puede incluir lo lúdico, lo narrativo o incluso temáticas que no estaban
pensadas para desarrollarse en el aula y se reconfiguraron para el espacio
educativo. Un capítulo para leer y
releer, con aportes sumamente jugosos y que no se agota en estos párrafos para
condensarlos.
“Los consumos culturales en medios
digitales y los saberes escolares a partir de Wattpad” es el nombre del
capítulo 6, que ofrece los avances de una investigación de maestría que
principalmente busca conocer, a partir del método etnográfico digital (Flores-Marquéz
y González Reyes, 2021) la documentación y entrevistas en profundidad, las
representaciones de jóvenes usuarios de la plataforma en torno a las prácticas de escritura que se dan allí. Los autores toman para
analizar dos formas en que los jóvenes representan la escritura y las actitudes que despliegan estimuladas
por la plataforma. Usando la metáfora de los autores ‘arrojo esta botella al’
mar al mismo tiempo que la preparo para ‘la góndola’ porque claramente el uso
de estas plataformas debe despertarnos esas preguntas sobre los modos en que
esas apropiaciones particulares de la escritura se vinculan con el ámbito
escolar y su currículum (p. 149), con lo que proponen los docentes en sus clases.
El capítulo 7 “El aula interpelada:
desafíos de las narrativas transmedia a las prácticas de enseñanza” presenta
cómo las nuevas formas de leer y escribir, en particular las narrativas
transmedia, desafían aquellos cimientos establecidos (sobre todo en la
linealidad propuesta por el libro) dando lugar a diversidad de formas en que
puede ser abordado el conocimiento, nuevas maneras de vincularse con el saber.
El smartphone y las pantallas (como vehículos de la lectura) aparecen en el
contexto de pandemia (y postpandemia) como gran aliado en el aula (mediador),
una invitación de los autores a comprender la importancia que tiene y el
impacto que puede tener en las prácticas áulicas.
El capítulo final nos deja pensando,
provoca y pone sobre la mesa la necesidad de reconocer la complejidad del
momento, reconceptualizar la didáctica, y su objeto de estudio. Así inicia el
capítulo 8 “Expansiones didácticas. Entre prácticas y subjetividades
emergentes” con una invitación a pensar prácticas que recuperen los mejores
entornos para generar experiencias de aprendizaje y construcción de
conocimiento.
En este capítulo me detengo y me
atrevo a traer una cita sobre el lugar de los y las docentes “como pensadores,
investigadores y recreadores en el marco de saberes múltiples que implican
construcciones en red, entramadas, rizomáticas y, muchas veces, de orígenes
indescifrables”. Algo que claramente también refleja el recorrido de los y las
autores de este libro y los procesos de transformación a los que dieron lugar y
quienes claramente reconocen la complejidad del momento.
Lectura, escritura, relectura para
reescribir estos párrafos, para que también
este proceso sea una invitación, para el lector o lectora de esta
reseña, a descubrir (o re-descubrir) aquellas experiencias que (nos)obligaron a
repensar(nos) nuevas estrategias, a construir redes, proponer otras
experiencias de circulación del conocimiento, nuevos espacios en donde
predomina lo digital y sobre todo las bondades del formato transmedia y de la
cultura participativa.
Hay algo importante que rescato de
esta propuesta editorial que lo dice Azucena (entrevistada que aparece en el
capítulo 6): “Escribir con ganas, con cariño, con mucha pasión”, es una
producción que tiene todos esos condimentos.
Claramente la pandemia nos permitió
tomar la distancia necesaria de nuestras prácticas habituales y ha sido una
gran oportunidad para formarnos en “red”, para construir de manera colaborativa
y “re-pensarnos en relación al trabajo de colegas y de estudiantes con los
cuales se mantiene un vínculo de simetría y circulación del conocimiento que
potencia los aprendizajes de manera transversal y los lleva a nuevos planos”
(Lión y Ferrarelli, p. 8). Un camino que
claramente visualizamos y apreciamos en producciones como la que presentamos en
esta reseña.
Agradecer a Mariana Ferrarelli y a
este gran equipo de autoras/es por la posibilidad de sumarnos a esta aventura
desde la lectura y reflexión sobre un material que deja abierta las puertas
para seguir escribiendo, pensando, diseñando en un mundo en donde la
incertidumbre nos deja lugar para las experiencias expansivas y
transformadoras. También un espacio que implica considerar las tensiones y
competencias necesarias para surfear en estos escenarios. Finalmente un deseo
para este preciado libro, que los mecanismos algorítmicos de las plataformas
permitan disfrutar a muchos lectores de este material, que genere debate y
muchos intercambios.